lunes, 9 de diciembre de 2013

El Granaíno murió en Lima



La plaza de toros de Acho en Lima, último escenario profesional de
José el Granaíno

Tío José Jiménez El Granaíno  es uno de esos misterios de la historia del cante flamenco, un personaje cuya huella ha llegado hasta nuestros días dando el nombre a un estilo de cante por Caña. Se ha especulado mucho sobre este flamenco que indiscutiblemente tiene un sitio importante en la evolución del flamenco. No en vano se le atribuye protagonismo en el tránsito de determinadas canciones populares y de sainete hacia el cante por caracoles, atribuyéndosele la invención de un cante que haría grande Antonio Chacón. 
Una foto de recuerdo en los tendidos
de la plaza de Lima

Se discute su cuna. Para unos es natural de Sanlúcar, para otros es natural de Cádiz. Lo que si parece poner a todos de acuerdo es que no nació en Granada y que estaba muy vinculado a la zona flamenca de Cádiz y los puertos. Antonio Escribano aportó su partida de nacimiento en Chiclana de la Frontera, identificándolo con Juan José Pedro Jiménez Ramos, nacido el 1 de agosto de 1818 y bautizado el día 3 según partida de bautismo en el correspondiente libro 42 folio 117 vuelto de la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista de Chiclana. De ese documento resulta ser hijo de padres conileños: Domingo Ximenez y María Ramos, que se casaron en 1808. Su padrino fue Baltasar Lazo y testigos Francisco Bello, Pablo Pineda y Andrés de Brea. 

El Granaíno  fue banderillero y toreó con espadas de renombre durante su carrera taurina, entre ellos la primerísima figura de su ciclo: Francisco Montes Paquiro. En aquellos años de la primera mitad del Siglo XIX el flamenco no estaba profesionalizado al punto que lo estaría a finales del medio siglo siguiente. José María de Cossío da por terminada su carrera taurina a consecuencia de una cornada sufrida en Barcelona en 1852. 

Pero no acabó ahí su carrera taurina y esta es la aportación que hacemos sobre la figura de este cantaor y torero. Sabemos que los primeros toreros que tras la colonia mantenían el toreo peninsular en Cuba para trasladarlo a la primera oportunidad a México, Perú y Uruguay fueron toreros del rincón taurino gaditano: Cádiz, Jerez, El Puerto, Algeciras y Chiclana. 

Manuel Díaz "Lavi", en su cuadrilla viajó
El Granaíno a Lima. Su matadaor también
murió allí.
Con ocasión de un viaje a Lima en otoño pasado hemos podido encontrar la huella de El Granaíno: según cuenta en 1897 el escritor limeño Ismael Portal Duque de Veraguas, a mediados de noviembre de 1858 llegó a Lima el matador de toros gaditano Manuel Díaz Lavi con su cuadrilla, formada por su hijo Antonio de 15 años de edad, Juan José Jiménez El Granaíno  y José Lara Chicorro que entonces contaba con 19 años. 

En el Archivo Histórico Provincial de Cádiz se conserva la escritura de esa contrata, fechada en octubre de 1858, pero en ella no figuraba El Granaíno, que es probable que se incorporara más tarde a la cuadrilla. Lavi no llegó a torear, murió de una afección cardíaca apenas llegó a Lima. En el número 5.870 del diario limeño "El Comercio" correspondiente al viernes 10 de diciembre de 1858, se publica la esquela de Lavi. Entre los que suplican está su primo José Jiménez. 

Según Portal Juan José Jiménez El Granaíno no bregó sino una temporada más, por habérsele malogrado la pierna izquierda a consecuencia de las tres heridas que le ocasionó un toro: "Sin embargo solía presentarse en la arena y banderillear los toros que por gracia y en vista de sus ya pocas facultades, le cedían los matadores". Portal dice que era natural de Granada y que fue banderillero de Montes: "hombre valiente y tanto, que alguna vez se alojó en la cárcel".

Portal, limeño, escribe que "sus despojos mortales descansan en nuestro campo santo" En la ciudad de los reyes terminó sus días aquel torero y cantaor cuyo eco ha conservado el flamenco hasta nuestros días aunque se olvidaron sus hazañas taurinas. (2006).
El mirador de Ingunza, en la plaza de toros firme de Acho


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