Podría fabularse que el Tribunal Constitucional le ha hecho un quite a la fiesta en justa correspondencia con los reiterados gestos que el toreo ha rendido al constitucionalismo español, desde 1814, cuando se celebró en Cádiz la primera corrida de toros en homenaje a la Constitución Española.
No hubo toros antes cuando el Estatuto de Bayona, pero ni aquello era una constitución en sentido estricto, ni procedía festejar, en lo que iba quedando de este viejo país, aquel forzado texto. Pero sí que se celebró la Constitución de 1812 con corridas de toros , eso sí, en su segundo aniversario, en marzo de 1814, cuando, serenado el reino, habían vuelto las corridas de toros a Cádiz.
Pero poco después, en mayo de 1814, en Valencia, el innoble Fernando VII declaró que su Real ánimo era, no solamente no jurar ni acceder a la Constitución : no iba a acatar siquiera decreto alguno de las Cortes. Los toros de aquel 19 de marzo de 1814 en la plaza de Cádiz fueron de Utrera, de José Cabrera. Los picaron Cristóbal Ortiz, Luis Corchado y Francisco Ponce, con Pedro Ortega de sobresaliente de picadores. Los matadores fueron Francisco Herrera Guillén, Antonio Ruiz "El Sombrerero" y un torero de Cádiz como media espada: Juan García "El Platero".
Sí que holgaba Fernando VII sus matrimonios con toros . En 1816 en Cádiz celebró sus nupcias por poderes con su sobrina María Isabel de Braganza. En la corrida gaditana también estuvo ausente. También gozó con toros su último matrimonio, con su también sobrina María Cristina.
El Estatuto Real de 1834 poco tenía que conmemorar pero sí la
Constitución de 1837, con la recuperación del espíritu legislativo gaditano. Hubo celebración con toros con ocasión de la nueva Constitución de 1837, al día siguiente, lunes, de su publicación. Lo contaba el cronista taurino Abenamar que lamentaba que el festejo había sido anárquico: "¡Hombres del año 12, hombres del partido dominante! Vuestro fatal sistema ha invadido hasta la plaza de toros ". Al lado el Rey Juan Carlos I en la corrida del II Aniversario de la Constitución de 1812 en la plaza de toros de El Puerto de Santa María.
Toreaba el chiclanero Redondo cuando en Madrid se aprobó la Constitución de 1845, pero en la opinión pública se pensaba que era la reforma de la anterior y no hubo celebración popular por no existir verdadera sensación de novedad. Alternó con Redondo Antonio del Río. El Salamanquino y Cayetano Sanz fueron los sobresalientes.
El 7 de junio de 1869 en la plaza de toros de Madrid hubo corrida en celebración de la nueva Constitución, promulgada el día antes. En un desgraciado lance, Antonio Sánchez "El Tato", primera figura de los matadores de la época, sufrió una cornada con el resultado de la amputación de una pierna días después.
Por la Constitución de 1876 hubo corrida de toros extraordinaria ese año y toreó el algecireño José Lara Chicorro, que unos meses después, en octubre, cortó el primer rabo de la historia del toreo en Madrid. Ya no habría otra constitución hasta diciembre de 1931, pero no era tiempo de toros .
En la plaza vieja de Cádiz del Campo del Sur, en 1912, se celebraron las corridas de
I Aniversario de las Cortes y Sitio de Cádiz, con la actuación de Joselito y su hermano Rafael.
Al lado una entrada de la corrida gaditana del primer aniversario de la Constitución de 1812
Hubo celebración de dos aniversarios en la plaza de toros de El Puerto de Santa María En 1987, a los 175 años del venerando código de 1812, se celebró una goyesca en la plaza portuense, organizada por la Diputación, en celebración de la efemérides. Fue el 21 de marzo con toros de Marcos Núñez y un quinto, sobrero, de Marqués de Domecq para Galloso (ovación y oreja), Espartaco (ovación y dos orejas) y Joselito (palmas y ovación). La puesta en escena fue algo deslucida porque la mayoría de los subalternos no vestían el traje goyesco contemporáneo de la constitución gaditana, pero hubo casi lleno.
La asistencia del entonces Rey Juan Carlos dio alto nivel institucional a la corrida conmemorativa del Bicentenario de la Constitución de 1812, que se celebró en la plaza real en agosto de 2012. Esta vez solo hubo media plaza con dos toros de Bohórquez para Hermoso de Mendoza que cortó tres orejas, y cuatro de Santiago Domecq para Castella, que fue aplaudido, y Perera, palmas y dos orejas.
Y para remate, unas anécdotas: e
l 7 de junio de 1869, en Madrid, durante la corrida de flamante constitución , el cuarto toro hirió a Antonio Sánchez "El Tato", yerno de Cúchares, en la pierna derecha. Se le infectó y se le amputó. El Tato, sin anestesia, cuando vio el miembro separado dijo su famosa frase "¡Adiós Madrid!". La extremidad se expuso en formol en un frasco en una botica de Madrid según divulgó en su estupendo libro de relatos William Lyon, hasta que por un incendio se perdió el despojo. Al lado Pablo Hermoso de Mendoza en la corrida del II Aniversario de la Constitución de 1812 en la plaza de toros de El Puerto de Santa María.
Gracias a las investigaciones del gaditano José Rodríguez en su ameno blog Cádiz Taurina sabemos que el terno -de luto por cierto- que vestía El Tato aquella tarde de desgracia se lo regaló a otro alternante, a Frascuelo. Al otro alternante de ese día, Lagartijo, le regaló su estoque, grabado con una hermosa dedicatoria. Reapareció El Tato en Badajoz en 1871, con una pierna ortopédica, pero fracasó y se retiró entre lágrimas.